La IA empeorará el problema de los residuos electrónicos. Esto es lo que podemos hacer al respecto.
Residuos electrónicos es el término que describe artículos como aires acondicionados, televisores y dispositivos electrónicos personales como teléfonos celulares y computadoras portátiles cuando se desechan. Estos dispositivos suelen contener materiales peligrosos o tóxicos que pueden dañar la salud humana o el medio ambiente si no se eliminan adecuadamente. Además de estos daños potenciales, cuando dispositivos como lavadoras y computadoras de alto rendimiento terminan en la basura, los metales preciosos contenidos en los dispositivos también se desperdician y se eliminan de la cadena de suministro en lugar de reciclarse.
Según el estudio, dependiendo de la tasa de adopción de la IA generativa, la tecnología podría generar entre 1,2 y 5 millones de toneladas de desechos electrónicos en total para 2030. publicado hoy en Nature Computational Science.
«Este aumento exacerbaría el problema existente de los desechos electrónicos», dijo por correo electrónico Asaf Tzachor, investigador de la Universidad Reichman en Israel y coautor del estudio.
El estudio es novedoso en su intento de cuantificar los efectos de la IA en los desechos electrónicos, dice Kees Baldé, científico principal del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigación y autor del último informe anual Global E-Waste Monitor. .
El mayor contribuyente a los desechos electrónicos provenientes de la IA generativa es el hardware informático de alto rendimiento utilizado en centros de datos y granjas de servidores, incluidos servidores, GPU, CPU, módulos de memoria y dispositivos de almacenamiento. Estos equipos, al igual que otros residuos electrónicos, contienen metales preciosos como cobre, oro, plata, aluminio y tierras raras, así como materiales peligrosos como plomo, mercurio y cromo, explica Tzachor.
Una de las razones por las que las empresas de IA generan tanto desperdicio es porque la tecnología de hardware avanza muy rápidamente. Los dispositivos informáticos suelen tener una vida útil de dos a cinco años y con frecuencia se reemplazan por las versiones más recientes.
Aunque el problema de los desechos electrónicos va mucho más allá de la inteligencia artificial, la tecnología en rápido crecimiento presenta una oportunidad para evaluar cómo abordamos los desechos electrónicos y sentar las bases para una solución. La buena noticia es que existen estrategias que pueden ayudar a reducir el desperdicio esperado.
Aumentar la vida útil de las tecnologías mediante un uso más prolongado de los equipos es una de las formas más efectivas de reducir los desechos electrónicos, dice Tzachor. La restauración y reutilización de componentes también puede desempeñar un papel importante, al igual que el diseño de hardware para que sea fácil de reciclar y actualizar. Según el estudio, la implementación de estas estrategias podría reducir la generación de desechos electrónicos hasta en un 86% en el mejor de los casos.