Capítulo Uno: La Reunión de Negocios
Me reuní con él en su oficina, una habitación tan opulenta como su energía. Yo sabía de su reputación de ser un hombre de negocios capaz y exitoso, así como también un mujeriego. Entré a su oficina con una mezcla de emoción y preocupación. Por un lado, estaba emocionada por la oportunidad de trabajar con él, pero por otro me preocupaba que no respetara mis límites.
Él se paró detrás de su escritorio de roble y me dijo: «Bienvenida, espero que hayas tenido un buen vuelo». Estaba vestido con un traje marrón a medida que realzaba su figura imponente. Sus ojos marrones penetrantes me observaban con un tono de curiosidad mientras yo me quedaba callada, tratando de mantener la compostura.
Mientras yo estaba sentada en la silla frente a él, fue directo al grano con el motivo de la reunión. Él me explicó todo lo que necesitaba para unirse al equipo de la empresa. Yo asentí y le dije que aceptaba la oferta.
Capítulo dos: El Juego de la Seducción
Después de la reunión de negocios, sentí una energía desconocida entre nosotros. Nuestras miradas seguían topándose y nuestras palabras eran cada vez más cercanas. Yo estaba en el medio de un juego de seducción de los que él era experto. La intensidad de la situación me aturdió y sentí mis mejillas arder de vergüenza.
De pronto, él me tendió la mano y me dijo: «Te invito a cenar esta noche para celebrar tu nuevo trabajo». Me sorprendió la oferta, pero mi curiosidad prevaleció. Asentí, sin saber muy bien a dónde me llevaría su invitación.
Capítulo Tres: La Cena Sofisticada
Él eligió un restaurante sofisticado y glamoroso para cenar. La música suave y relajante llenaba el lugar con el ambiente adecuado para una cena romántica. La comida era exquisita y la conversación fluía fácilmente. Él me contó anécdotas interesantes de su vida, me hizo reír y me escuchaba cuando le hablaba de mis planes de futuro. Me di cuenta de que me estaba seduciendo.
Mientras comíamos, empezó a hacer preguntas más íntimas acerca de mis planes para el futuro y mis sueños. Yo hablaba con honestidad, sabiendo que mi respuesta le estaba gustando. Después de la cena, él me llevó a su casa.
Capítulo Cuatro: El Beso del Amor Prohibido
Una vez dentro de su casa, me recorrió con la mirada. Estaba hipnotizada por él y sentí que la conexión entre nosotros se estaba fortaleciendo. Caminó hacia mí con grandes pasos y me tomó de la mano, acercándose a mi rostro. Él me besó con tanta pasión que me sentí abrumada y desarmada. Su beso era como nada que yo hubiera experimentado antes.
Sujeté su nuca mientras el beso se hacía cada vez más profundo. Nuestras lenguas se entrelazaban mientras pedíamos más. Sabía que estaba haciendo algo malo, pero no podía parar. Yo también le correspondí el beso, no podía resistirme. Estábamos en una espiral de lujuria que no parecía tener fin.
Capítulo Cinco: La Decisión Final
Después de varios minutos, nos separamos para tomar aire. Nos miramos a los ojos sin decir nada, nuestras emociones eran demasiado fuertes para expresarlas con palabras. Yo estaba completamente perdida en sus brazos, no sabía si debería irme o quedarme. Sabía que una relación con él podría tener consecuencias graves, pero mi corazón me decía que seguir adelante.
Tomé una profunda respiración y me decidí a seguir mi corazón. Él me sonrió y me tomó de la mano, dirigiéndose hacia la habitación. Estaba claro que nos dirigíamos a la cama y yo no estaba preparada para hacer frente a la realidad de esta situación. Empecé a sentir una mezcla de emociones, el miedo y el deseo se mezclaban para crear la más profunda de las emociones.
Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento, aceptando mi destino. Estaba ansiosa por lo que vendría después. Ese fue el principio de una relación apasionada que nunca antes había experimentado.