Desde las acciones de figuras públicas hasta disputas con los que nos rodean, todos los eventos de la vida están ahora destinados a ser discutidos en la Web. Vivimos en un mundo donde el espacio público está en línea, accesible en unos pocos clics en nuestros teléfonos o tabletas, pero debemos estar atentos a los verdaderos riesgos de las redes sociales. Veamos.
Comunicación y riesgos
Todo el mundo tiene la capacidad de comunicarse con sus seres queridos, pero también con el resto del planeta conectado. Este mundo en red tiene varios espacios que son públicos a diferentes niveles. La información compartida con «amigos» en una red social es pública, al menos para los miembros del grupo. Un mensaje transmitido sin restricciones tiene el potencial de llegar a la multitud.
Las redes sociales cambian las condiciones del debate público: las personas en el poder ya no son las únicas que hablan. Ahora existe un espacio público donde es posible denunciar situaciones que los líderes pueden tener interés en ocultar. Por otro lado uno de los riesgos mas comunes es la adicción a las redes, para ello puedes ver el artículo especial sobre el tema en este link.
Los peligros para todos
Pero hablar no está exento de riesgos. Exponer una situación que consideramos injusta puede resultar en sanciones por parte de nuestros clientes o de nuestro empleador. Publicar una imagen puede hacernos quedar mal a algunos. Aunque la mayoría de los mensajes en línea se mantienen dentro de límites razonables, algunos van más allá, demasiado lejos. En una red social, es fácil hacer amenazas, insultos, revelar imágenes u otra información que debería haber permanecido privada.
En las redes sociales o en cualquier otro lugar, tomar una posición pública requiere conocer y asumir los riesgos inherentes. Hacer una declaración en público puede tener consecuencias con las que tendrá que vivir. Lamentablemente, denunciar lo inaceptable sigue siendo arriesgado. En algunos lugares de trabajo, romper la tradición puede dar lugar a graves represalias. De ahí la necesidad de proteger a los que se atreven a hablar.
Sin embargo, hacer amenazas o promover el odio en línea puede resultar en una condena penal. La difusión de palabras, imágenes o sonidos conlleva riesgos. La misma declaración intercambiada entre tres amigos alrededor de una mesa fuera de cualquier objeto conectado no tiene las mismas consecuencias si se publica en Facebook. Esto demuestra la importancia de ser consciente de las leyes que rigen la oratoria. Las leyes tipifican como delito las amenazas o el asesoramiento para cometer un acto delictivo.
La posibilidad de redes sanas
Las normas que rigen las relaciones con nuestros semejantes, incluidas las establecidas en el Código Civil, prohíben la publicación de comentarios o imágenes que dañen la reputación de las personas. Revelar los secretos de la vida privada de su vecino, de un compañero de trabajo o de un pariente constituye una falta civil que puede dar lugar a una condena para indemnizar a la víctima. Del mismo modo, publicar la imagen de una persona sin su consentimiento es a priori incorrecto, a menos que exista una razón de interés público para hacerlo.
Las consecuencias de hablar en público
Evidentemente, las leyes deben proteger este derecho a la palabra, que ya no está reservado a un puñado de privilegiados. Pero también debemos aprender a vivir con las consecuencias de hablar en público. Una vez que la información está en el espacio público, entra en la historia. Por ejemplo, publicar una imagen en las redes sociales implica la conciencia de que los entornos digitales dan persistencia a la información que hemos difundido.
Podemos cambiar de opinión, pero no podemos obligar a otros a borrar las huellas de nuestras posiciones anteriores. A menos que queramos caer en la sociedad totalitaria descrita por Orwell en su novela de 1984, no podemos esperar que la historia sea borrada. Obviamente, podemos cambiar de opinión, encontrar que esta foto que se remonta al pasado nos hace ver mal; pero no podemos forzar a otros a creer que nuestro viejo punto de vista, nuestra vieja vida o nuestra vieja «mirada» nunca ha existido.
Todo el mundo tiene ahora una capacidad de difusión considerable en lo que ahora son lugares públicos virtuales. Es importante proteger eficazmente la libertad de expresión en estos lugares virtuales. Pero todos deben aprender también a conocer y controlar los riesgos inherentes a esta mayor capacidad de hablar y mostrar.
¿Qué se puede hacer para proteger a los niños?
Como padre y tutor legal, usted tiene la responsabilidad de proteger a sus hijos de los peligros de las redes sociales. Es difícil de imaginar hoy en día obligarles a usar sus teléfonos móviles o los ordenadores de su familia sólo en su presencia.
Una buena solución es educarlos sobre los peligros de Internet y enseñarles cómo comportarse para proteger su privacidad y anonimato en Internet.
El uso de software de control parental y de monitorización también puede limitar el uso del smartphone o del ordenador, al bloquear ciertas aplicaciones.
He aquí una breve lista de tácticas para asegurarse de que su hijo esté protegido de los peligros de las redes sociales:
- Supervisar sus actividades en las redes sociales utilizando spyware como Mspy, Hoverwatch o Flexispy.
- Conviértete en su «amigo» en Facebook para hacerles saber que estás allí si es necesario.
- Utilice las aplicaciones de control parental para bloquear, pausar o eliminar una aplicación remota.
- Reemplazar las horas que pasan aburridas en sus teléfonos por actividades saludables
- Educarles sobre los peligros y las consecuencias de la pérdida de privacidad en Internet.
- Comparta con ellos las aterradoras estadísticas sobre la agresión sexual y el acoso en línea.
- Enséñales a usar las redes sociales de una manera prudente y razonable.
- Por supuesto, no hay sustituto para la presencia de un adulto responsable para proteger a los niños.
Estas tres aplicaciones se encuentran entre los mejores programas espías y deberían formar parte de la caja de herramientas de todos los padres para proteger a sus hijos de los peligros del mundo moderno.
Con estas aplicaciones instaladas en sus teléfonos y computadoras, usted puede estar seguro de tener tranquilidad cuando se cuelgan en Internet porque siempre está informado y puede reaccionar rápidamente en caso de problemas.